El diablo de la catedral
El diablo que existe en la catedral de Arequipa vino de Francia, de acuerdo al
legado de la señora Javiera Lizárraga de Álvarez Comparet. Dicen que como Dios,
el diablo está en todas partes, pero en bulto y con cola agárrense feligreses,
está nada menos que en la catedral de Arequipa que debe ser uno de los lugares
del mundo, tal vez el único, en que una imagen da Satanás se luce al interior
de una iglesia.
Si bien la imagen del amo del infierno no recibe veneración
pública, cabeza y cuerpo con alas y cola enroscada de serpiente, esta hermosa’
obra de ebanistería se mandó construir por disposición testamentaria de la
señora Javiera Lizárraga de Álvarez Comparet, de los talleres de Buisine —
Rigot en Lille (Francia) el arequipeño Don Juan Mariano de Goyeneche y Gamio,
quien por los tiempos en que se fabricaba el pulpito era ministro
plenipotenciario del Perú, en Francia, fue el encargado de gestionar la feliz culminación
de la obra que fue terminada después de 15 meses de trabajo y a un costo de
25,000 Francos (Gracias señora Javiera), lo curioso del caso es que el pulpito
estuvo apto para traerse a Arequipa el Fatídico año de 1879. y cuando ya habían
llegado a Francia las noticias de la guerra que el Perú sostenía contra Chile,
no sabemos cómo «cosas del Diablo» decían mi abuela en medio de la guerra, con
los puertos peruanos asediados y bloqueados, con las rutas marítimas súper
vigiladas, etc.
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